Visita a la apícola “Sterr Hermanos”: El municipio trabaja para dar impulso al sector

Representantes de la Secretaría de Turismo y Desarrollo Productivo se acercaron esta mañana a la planta de extracción de la empresa familiar que funciona en la ciudad de Quequén con el objetivo de conocer sus problemáticas y acompañarlos en la búsqueda de políticas que ayuden a fortalecerlos.

Con el fin de conocer a los protagonistas del sector para comenzar a ejercitar un trabajo articulado e interinstitucional, representantes de la Secretaría de Turismo y Desarrollo Productivo municipal estuvieron recorriendo esta mañana la planta de extracción de la empresa familiar “Marta Analía Stanley”, una apícola local que el año pasado exportó más de 90 mil kilos de miel a los Estados Unidos.

Más conocida en el mercado como “Apicultura Sterr Hermanos”, la firma maneja unas 1800 colmenas que, previamente a la cosecha propiamente dicha, que se realiza generalmente entre mediados de enero y principios de febrero, recorren el valle argentino para polinizarse y recuperar cajones muertos en los frutales del sur, donde las flores abundan.

Durante la recorrida por la planta, que fue guiada por Cristian y Gastón -dos de los tres hermanos vinculados al proyecto- y su madre, la mujer que dá nombre oficial al negocio, las directoras de Desarrollo Comercial, Industrial y Agropecuario y de Emprendimientos y Pymes, Rocío Zabaljáuregui y Antonela Giglio, en ese orden, pudieron interiorizarse con respecto a las problemáticas puntuales de esta empresa y las generalidades del sector.

Terminada la visita, la primera de ellas explicó que “ya venimos desde hace un tiempo reuniéndonos para fortalecer el sector e impulsado un relevamiento para conocer sus necesidades y acompañarlos en un proceso de fortalecimiento”, detallando que a futuro “tenemos programada una reunión con varios productores y gente del Ministerio de Desarrollo Agrario, mientras estamos trabajando de manera articulada con gente del INTA y en jornadas de capacitación”.

Las funcionarias, que llegaron hasta la planta en representación del titular del área, Matías Sierra, y con la finalidad de conocer más sobre los procesos de la producción de miel, formaron parte también de una visita guiada por Apiturismo Quequén, un emprendimiento que impulsa el primero de los hermanos junto a su esposa, Rosana, y desde donde comparten su pasión por las abejas, los procesos naturales del insecto y su importancia dentro del equilibrio del ecosistema, además de dar a conocer sus productos a través de degustaciones.

“Me parece bárbaro que el municipio intervenga en este tipo de cosas que los apicultores no podemos resolver, para que nosotros podamos seguir invirtiendo y poner nuestras cosas en condiciones” afirmó el apicultor, asegurando que el sector “es muy fuerte” en el distrito y que la gente “no sabe que de Necochea sale muy buena miel al mundo.

En ese contexto, Cristian aseveró que “el sector apícola no es solos los apicultores, sino toda la rama del que produce el material, el alambre, el clavo, el camión, el electricista, son un montón de cosas, porque esta es una empresa que trabaja los doce meses del año, si bien la cosecha solo se da en uno”.

Brindando más detalles sobre este último proceso, Gastón contó que “nosotros arrancamos en Río Negro con las plantaciones frutales, donde llevamos las colmenas cuando acá hay falta de flores, polemizamos todo lo que es la fruta y volvemos al girasol. Recién ahí es nuestra cosecha de miel, una vez al año”.

Además, el productor destacó sobre una costumbre alimentaria que no está muy arraigada en nuestras sociedades que “el consumo de miel es importantísimo para suplantar el azúcar”, mientras que “el argentino no tiene el hábito del consumo y no sabe que saca de un cajón, se pasa por una máquina y sale pura, sin ningún químico y sin agregarle nada”.

Para terminar, los hermanos apuntaron sobre sus necesidades que “lo que más nos preocupa es poder tener una zonificación (que nunca se pudo conseguir porque la ordenanza no la contempla) donde nosotros podamos elaborar nuestra miel, en lugares donde hace ya 25 o 30 años que estamos, y que nos frena para conseguir la habilitación definitiva y poder seguir invirtiendo en nuestra sala de extracción”.

Foto1, Foto2 y Audio