Sobre un pedestal de cemento blanco, con forma de pirámide truncada, de planta rectangular, se levanta la figura de un niño, de pie, con los brazos abiertos, realizada en cemento patinado con óxidos. Una pelota, de cemento blanco, se encuentra a sus pies. La figura está resuelta en un estilo rustico sintético, con gran simplicidad de formas y un cierto grado de simbolismo, ofreciendo además un marcado contraste con la base que la sostiene por detrás. En la parte posterior se observa una placa de metal dorado con el nombre del autor.
Escultor: J. P. Travaglia.